Fallece en París a los 82 años el sociólogo José Vidal-Beneyto
El catedrático de Sociología José Vidal-Beneyto (Carcaixent, Valencia, 1929 - Paris, 2010) falleció el 17 de marzo a los 80 años tras haber estado hospitalizado durante los dos últimos meses en París.
José Vidal-Beneyto en 2002
Adiós Pepín
Eres de esos hombres tan grandes que todos van a decir de ti todo lo que hay que decir y lo dirán muy bien. No voy a repetir aquí todo tu curriculum, lo dejo para los que saben hacerlo, yo solo quiero recordar esos años en los que nos conocimos por primera vez, tan remotos ya, pero tan presentes en mi memoria y en mi corazón. Esos años en los que allá por las tierras carcagenenses, tu tierra, vagabundeamos con Cécile, Mario, Oscar, Andrée, Jacques.... Fue un viaje onírico, casi iniciático, con sol, tierra blanquecina, naranjos, caseríos perdidos y abandonados repletos de historias del pasado. Debía de ser por los 70.
Aun saboreo también la fideua que nos comimos en no recuerdo que restaurante, la mejor que he comido en mi vida y por mucho que buscara, irrepetible. Será por eso de la compañía.
Yo iba con falda larga, Cécile aun era Cécile Rougier y Pepín un hombre divertido, apasionado, sencillo, un soñador. De oficio: hechicero cautivador.
Antifranquista férreo, soñabas con un mundo más justo, espíritu imaginativo y creativo en perpetua ebullición, construías puentes culturales al infinito. Sumamente inteligente y culto, con una visión del futuro aguda y acertada y a veces, como toda mente inteligente, considerado rebelde. Ajeno a lo políticamente correcto. Casi un anarquista.
Nos seguimos viendo hasta que poco a poco la vida nos separó. Y un día, habiéndose ya mudado la librería de sitio allá por los 2000, entró una joven a decirnos que estaba muy contenta de que hubiese una Librería Española con lo cual le di las gracias. Entonces me preguntó si conocía a su papa que escribía en El País y por la forma que tuvo de decirlo intuí tanto amor y orgullo que le pregunté que quién era su papa: José Vidal-Beneyto dijo.
Y reanudamos las charlas. De todos aquellos sueños muchos se habían hecho realidad y te habías casado con Cécile con quien tenías una hija. … Nos veíamos bien por la calle cuando con un valor impérrito te obligabas a pasear cada día, apoyado en tu bastón, cuidando de tu salud, bien cuando entrabas a charlar en la librería… querías hacer un articulo acerca de mi padre…querías hacer… querías hacer aun muchas cosas… tantas cosas. Los años van, los años vienen, pero los amigos añejos son como el buen vino, cuando más pasan los años mejores son, se quedan en nuestro corazón, son amistades fuera del tiempo, quería decírtelo y también que seguirás siendo un granito de lo que soy, como lo eres de todos los que te han conocido.
Carcaixent (Valrncia)el "bressol de la taronja" Vista general y Plaça Espanya
Fuiste un militante europeísta y antifranquista pionero en el intento de reconciliar a las dos Españas, participaste ya en 1962 en la reunión del Congreso del Movimiento Europeo que reunió a representantes de la oposición interior, incluyendo franquistas desengañados, y del exilio republicano, más conocida como el Contubernio de Múnich. En 1974 fuiste uno de los creadores de la Junta Democrática de España, la coordinadora que agrupó al PCE y a grupos y personalidades independientes. Esa labor militante te valió una condena de dos años de cárcel en 1975, que no llegaste a cumplir gracias a un indulto tras la muerte de Franco.
Socio fundador del diario El País y colaborador de Le Monde Diplomatique, Estudiaste Filosofía, Sociología y Derecho en las universidades de Valencia y Complutense de Madrid, y te doctoraste en Derecho.
Además de tu abundante producción teórica en torno a materias como los medios de comunicación, Europa y la globalización, fuiste catedrático de Sociología en la Complutense, secretario general de la Agencia Europea para la Cultura de la UNESCO y director del Instituto de Altos Estudios Europeos Miguel Servet de París, dependiente de la Universidad Complutense de Madrid y presidente de la Fundación Amela.
También eras miembro de la Academia Europea de las Artes, las Ciencias y las Letras; presidente de la Asociación Española de Usuarios de la Comunicación, de la que eras uno de sus fundadores, y presidente de la Federación Europa de Telespectadores.
Y ahora, te dejo la palabra.
Y ahora, te dejo la palabra.
Aquí os dejo dos de sus escritos, uno acerca de la Memoria Historica y el otro acerca del oficio de periodista
LOS CODICIADOS FRUTOS DEL OLVIDO
por José Vidal-Beneyto 20/12/2008
El revisionismo parafranquista pretende equiparar los crímenes institucionales del régimen con los cometidos por republicanos incontrolados. También presenta la dictadura como madre de la democracia
El debate sobre la Memoria Histórica y la tesis sobre la pacificación mediante el olvido de los antagonismos derivados de la Guerra Civil acompañan, desde hace años, la historiografía del franquismo. Últimamente, la iniciativa judicial del magistrado Garzón sobre la localización de las víctimas del régimen del General Franco, y dejando de lado su mayor o menor pertinencia jurídica, ha relanzado en España el debate sobre la memoria colectiva. Tema que sigue teniendo viva actualidad en muchos países europeos, sobre todo en su versión reaccionaria. Y así en la cúspide de la apoteosis gaullista, François Furet y su poderosa escuela histórica sometieron a la Revolución Francesa a una revisión radical, insistiendo en su dimensión violenta, cuando no sanguinaria. Al igual que sucedió en Alemania hace veinte años con la polémica en torno al monumento a las víctimas del Holocausto y con el debate sobre las tesis de Martín Walser; sin olvidar la pujanza que tuvo en Estados Unidos el movimiento de revisión para exculpar al Maccarthysmo y la notable campaña en prensa, que lo apoyó, con, entre otros, los artículos en el New York Times de Ethan Bonner, el libro de Don Wolfe sobre Los últimos días de Marilyn Monroe, buena parte de la prestigiosa filmografía de Elia Kazan, etcétera.
El revisionismo parafranquista tiene en España antecedentes antiguos y muy fundados. Su argumento principal es la conversión del Franquismo, que comenzó siendo un régimen fascista-totalitario, al autoritarismo, en línea con la tesis central de Guillermo O'Donnell, Philipp C. Schmitter y Laurence Whitehead, quienes organizan su magna compilación -Transitions from Authoritarian Rule, 4 volúmenes- en torno de las virtualidades del autoritarismo. Entre nosotros quien lo formaliza con vocación paradigmática es Juan José Linz en Una teoría del régimen autoritario. El caso de España, en la España de los años setenta (T. III, Madrid, 1974). Abierta la vía, en ella se engolfan buen número de politólogos y sociólogos españoles, con, a su cabeza, Jorge de Esteban acompañado de S. Varela, E. García Fernández, L. López Guerra y J. L. García Ruiz en Desarrollo político y Constitución española (Ariel, 1973), así como el agudo y obstinado Luís García San Miguel, cuya contribución definitiva fue Teoría de la transición (Editora Nacional, 1981).El argumento básico de este revisionismo historiográfico se apoyaba en el alegato de la modernización que David Apter nos ofreció, en Amorrortu (Buenos Aires, 1970), que reforzado por los trabajos de Almond, Verba, Pye y todos los promotores de la propuesta del desarrollo político, postulaban que sólo un consistente crecimiento económico, una notable transformación social y una eficaz adecuación política, componentes fundamentales del autoritarismo, podían poner fin a las dictaduras e instalarnos en la democracia. Las personalidades más reactivas del Franquismo, como Laureano López Rodó desde el integrismo católico y Rodrigo Fernández Carvajal desde el Movimiento, apostaron ya en 1969 a esa hipótesis; el primero en Política y Desarrollo y en La larga marcha hacia la monarquía, y el segundo en La Constitución española. Desde entonces, los aperturistas del Régimen, comenzando con Jesús Fueyo, en la trinchera falangista, y siguiendo con José María Ruiz Gallardón y Miguel Herrero de Miñón, desde el bando monárquico, Federico Silva, en el democratacristiano, y Rodolfo Martín Villa, desde la estructura central del Movimiento, contribuyeron a lavarle la cara al régimen franquista y a aumentar su
Rodolfo Martin villa en el centro
aceptabilidad.Posteriormente, dos franquistas tan fervorosos como Manuel Fraga y Adolfo Suárez, con el protagonismo que sigue teniendo el primero en la derecha heredofranquista, al igual que el mantenimiento de tantos símbolos en la España pública de hoy, avalan la tesis de la continuidad entre los dos regímenes. A ella contribuyó de forma decisiva el desenlace del enfrentamiento entre ruptura y reforma que, en el momento de la Transición, se cerró con victoria absoluta de la segunda, lo que impuso la hipótesis del reformismo continuista.El Franquismo contenía, según afirmaban los autores revisionistas, elementos suficientes para su autotransformación en democracia. Esta argumentación que, explicita o implícitamente suscribió la casi totalidad del establishment académico español de finales de los años setenta y primeros años ochenta, tuvo su apoteosis en la publicación por la Editorial Sistema del PSOE de un volumen coordinado por tres prestigiosos politólogos, Félix Tezanos, Ramón Cotarelo y Andrés de Blas, que con sus 957 páginas se convirtió en la versión canónica de lo que su título anunciaba: La Transición democrática española. En ella las omisiones y la censura de los disconformes son tan absolutas y significativas como la defensa de las afirmaciones de los participantes que adoptan sus puntos de vista.La argumentación básica del revisionismo se basa en pretender que excesos y tropelías, con asesinatos incluidos, se cometieron en los dos bandos y que lo mejor es cubrir ese pasado con un tupido velo. Pero por mucho que se insista, el número mucho mayor de asesinados en el bando franquista que en el republicano y, sobre todo, la personalidad de sus autores y las modalidades de su práctica los hacen muy distintos. En el lado republicano fueron obra de individuos exaltados de tendencia radical, que la ausencia de fuerzas de seguridad hacía imposible controlar y que en diversas ocasiones atentaron incluso contra personalidades republicanas. A mi mismo padre, que era un conocido militante laico y republicano, aunque empresario y responsable patronal, vinieron a buscarle para darle el paseo a nuestra casa de Carcaixent el 20 y el 21 de julio de 1936. Afortunadamente estaba en Finlandia por razones de su negocio y pudo salvar la vida, pero su gran amigo Justo Martínez Amutio, líder de los socialistas valencianos, le aconsejó que no volviera hasta que no se controlara la situación.En cualquier caso, el desgobierno en la zona republicana, y los crímenes que lo acompañaron, aconteció sólo los primeros meses de la guerra y fue disminuyendo hasta desaparecer casi totalmente.En el lado franquista, en cambio, los fusilamientos persistieron durante largo tiempo y estuvieron siempre acompañados por el ignominioso espectáculo de la llamada justicia militar.Disponemos ya de numerosos testimonios en los archivos históricos de la Guerra Civil que nos relatan los bochornosos ejercicios jurídicos que fueron los juicios sumarísimos en los que se condenaba a muerte a honorables y pacíficos ciudadanos por la sola razón de sus convicciones republicanas. El
Eliseo Gomez Serrano, director de la Escuela Normal de Magisterio en los años de la República, con Miguel de Unamuno (Sánchez, AMA)
Diario de la guerra civil, editado por el Archivo Histórico de la Universidad de Alicante, del profesor y diputado Eliseo Gómez Serrano, él mismo condenado a muerte y ejecutado sin más causa que su adhesión a la República, nos aporta numerosos ejemplos de la brutalidad de la represión franquista, en la que lo más repugnante es su pretendida asepsia formal. Por ejemplo uno de los mas ilustres valencianos, el gran profesor Joan Peset, rector de la Universidad de Valencia, condenado a muerte en 1940 y fusilado 15 meses después, cuya sentencia fundamenta su muerte en "adhesión a la rebelión" y "haber dado conferencias de sabor marxista".La responsabilidad de los uniformados magistrados que ordenaron fríamente el fusilamiento del Rector Peset y la de los individuos primarios y exaltados que quisieron matar a mi padre movidos por su furiosa revancha social, no tenía el mismo status ni era de igual condición. Por mucho que se empeñen los revisionistas y los que quieren equipararlos en base a los indultos genéricos y que llevan a confusión. Todos igualmente culpables e igualmente inocentes puesto que igualmente indultados.Por lo demás, la dictadura del olvido tiene como objetivo principal el ocultamiento del trasvase del poder social de la España de Franco -antes lo llamábamos las clases dominantes- a la España democrática. Ahí estaban -aunque tal vez debiera decir, como hijo de José Vidal Cogollos y de Amparo Beneyto Belda en el contexto franquista valenciano, ahí estábamos- personas, familias, empresas, y ahí seguimos estando, donde siempre, en el poder y en el privilegio. A esos efectos la intransitividad de la Transición fue perfecta. Negarlo es negar nuestras vidas. Reconozcámoslo pues, sin evasivas, e intentemos reparar, en lo que quepa, las iniquidades de una situación, de la que hemos sido, somos, tan beneficiarios.
José Vidal-Beneyto es director del Colegio Miguel Servet de París y presidente de la Fundación Amela. Enlace directo con la noticia en el portal de la Asociación para la recuperación de la memoria histórica
La notoriedad de algunos divulgadores periodísticos y la perversa equivalencia actual de notoriedad y prestigio, obliga a recordar que el artículo ensayístico es hoy casi siempre seudoliteratura o prédica política, es decir intento de imponer las propias convicciones. La única garantía de que así no suceda es que el ensayista se apoye en un suficiente patrimonio de conocimientos antecedentes, sea científico, técnico, filosófico, etcétera. En España hemos tenido ilustres ejemplos en Ortega y Gasset, Laín Entralgo, José Luis Aranguren, Julián Marías etcétera.
Desgraciadamente hoy, en la mayoría de los casos, se procede desde la ignorancia, con improvisación y con urgencia, accionando el solo vector de las ocurrencias, hipótesis inverificadas, cuya inconsistencia es patética frente a los resultados de la observación y el análisis. No basta con descalificar la calidad de la divulgación propia de la literatura o de la narración, que se pretende descubridora de la realidad.
Hay que seguir el ejemplo de las largas digestiones de nuestro maestro en ensayismo, Walter Benjamin, que para producir los 36 folios de París, capital del siglo XIX, acumuló 1.102 páginas de resúmenes, apuntes y materiales varios (Suhrkamp 1982, Akal 2005). Sólo así, como él nos señala, podremos entender la diferencia entre el ensayo pensado desde el saber de lo real (Herodoto) y las insignificancias que nos proponen los improvisadores al uso. Sólo así conseguiremos utillarnos para entrar con recursos suficientes en el conocimiento real de la realidad. Vía El País cartas al director
Si queréis leer mas aquí os dejo:
Una entrevista Aurelio Castro en Tempos dixital en Gallego que se puede traducir con un traductor on line
Algunos de sus libros
Entre tus obras figuran: Las industrias de la lengua, Ventana global, Hacia una sociedad civil global, El reto constitucional de Europa y Derechos Humanos y Diversidad Cultural y Memoria democrática, en la que recalcaste el peso que tuvieron las movilizaciones políticas y sociales en el tardo franquismo
MEMORIA DEMOCRATICA FOCA, 2007 20.60 € -DERECHOS HUMANOS Y DIVERSIDAD CULTURAL ICARIA, 2006 23.00 € -EL RETO CONSTITUCIONAL DE EUROPA DYKINSON, S.L. - LIBROS, 2005 40.00 € -HACIA UNA SOCIEDAD CIVIL GLOBALTAURUS, 2003 25.25 € -VENTANA GLOBAL: ciberespacio, esfera pública mundial y universo mediático TAURUS, 2002 21.35 €
Todos esos libros se pueden comprar / Acheter AQUI / ICI por ejemplo
Por una Europa política, social y ecológica 20 años y 100 artículos (escritos desde 1985 hasta 2005) Foca, Ediciones y Distribuciones Generales S.L. 13.90 € Comprar/ Acheter AQUI/ ICI
Los Amos del Mundo
Vídeos (6) donde interviene José Vidal-Beneyto junto con 50 voces mas
Nueva serie documental de producción propia en la que TVE da voz a quienes cuestionan la globalización.(6 partes Partes)
Mas vídeos en los cuales participa Vidal-Beneyto :Voces contra la Globalizacion, Otro mundo es posible Os dejo el enlace AQUI
José Vidal -Beneyto en
Carcagente pendant la Guerre Civil
Voici un document intéressant sur la ville de Carcagente ou Carcaixent, la ville de José Vidal-Beneyto extrait de L'Espagne libertaire (36-39) L'œuvre constructive de la Révolution espagnole de Gaston Leval
Carcagente Gaston Leval
Extrait de
L'Espagne libertaire (36-39) L'œuvre constructive de la
Révolution espagnole
Carcagente :
Plutôt grand bourg campagnard que petite ville, Carcagente, situé dans la
province de Valence, comptait, lors de ma première visite, en novembre 1936,
18.000 habitants (1).
Bien que son histoire sociale fût moins dramatique que celle de Sueca ou
Cullera, notre mouvement y était implanté depuis très longtemps et son
importance était grande. Ainsi, toujours en novembre 1936, notre Syndicat des
paysans comptait 2.750 membres, dont quelques centaines de petits propriétaires
; celui des emballeurs - ou plutôt des emballeuses d'oranges, car dans ce
travail les femmes étaient, de loin, les plus nombreuses, 3.325 ; on ajoutait
encore 310 travailleurs du bâtiment, 150 cheminots, 120 métallurgistes et 450
travailleurs de professions diverses, tous syndiqués. En tout, 41 pour cent de
la population. Si nous tenons compte du pourcentage représenté par les enfants
et mineurs qui n'avaient pas atteint l'âge de l'apprentissage, cette proportion
est énorme.
Dans
la zone de Carcagente, c'est-à-dire dans la juridiction même de la localité et
dans les localités environnantes, mais moins importantes, la grande propriété,
à peu près toute spécialisée dans la production d'agrumes, dominait. Et bon
nombre de petits propriétaires qui ne pouvaient vivre de la production de la
terre qu'ils possédaient palliaient l'insuffisance de leur revenu en
travaillant chez les riches ou en ayant recours à des expédients divers.
Situation très fréquente en Espagne, et qui devait contribuer à faire basculer
du côté de la révolution sociale le bouleversement causé par l'insurrection et
la menace fasciste. La conséquence logique en fut l'influence prédominante de
notre organisation syndicale qui se mit sans tarder à socialiser les grandes
propriétés. Cela d'autant plus facilement que les grands
"terratenientes" s'étaient éclipsés et qu'il fallait éviter que les
biens de production devenus socialement disponibles fussent répartis entre de
nouveaux bénéficiaires qui réintroduiraient, quelque peu modifié dans sa forme,
mais identique quant au fond, le régime d'exploitation, de désordre et
d'inégalité que l'on venait d'éliminer.
Simultanément,
et poursuivant la réalisation de l'idéal communiste libertaire pour lequel ils
combattaient depuis si longtemps nos camarades s'attaquèrent à la petite
propriété traditionnelle afin de transformer le plus possible les parcelles
individuellement cultivées, éparpillées et morcelées en de vastes étendues
rationnellement exploitées grâce à la propriété sociale commune et aux
techniques qu'elle permettait d'employer.
J'ai
retrouvé, à Carcagente, certains camarades que j'avais auparavant connus à
Barcelone ou à Buenos Aires où ils avaient émigré pendant la dictature de Primo
de Rivera. Pour ces transformations fondamentales, ils n'ont pas eu, me
disent-ils, recours à la force, surtout en ce qui concerne les petits
exploitants. Ceux qui ont adhéré l'ont fait volontairement, suivant l'exemple
des militants qui ont commencé par donner l'exemple en apportant leurs terres,
leurs bêtes et leurs outils. Il y a bien eu, il y a bien encore quelques
récalcitrants, mais nos camarades ont une foi absolue en la supériorité du
travail en commun, dans les résultats pratiques et de caractère moral de
l'entraide. Ils savent que l'exemple finira par entraîner ceux qui hésitent
encore. Leur conviction est telle que, dans plusieurs cas - et je retrouverai,
et d'autres signaleront le même fait très souvent - ils n'ont pas hésité, pour
compléter certaines étendues collectivisées au milieu desquelles se trouvaient
des terres appartenant à des individualistes, à offrir à ces derniers des
terres meilleures que celles leur appartenant, et à les aider à s'y installer.
En
quelques mois, des résultats positifs sont apparus. D'abord, une crise
économique locale a été enrayée. Les difficultés nées de la guerre civile et de
ses répercussions avaient causé un certain marasme économico-commercial, qui a
gêné le placement des produits récoltés, et chaque petit exploitant, livré à
lui-même, a connu des difficultés inquiétantes. Ensuite, la pratique de l'union
et de la solidarité a permis, et permet, de trouver des possibilités
d'écoulement des mêmes produits, sinon à Carcagente même, à Valence ou dans
d'autres provinces.
Billet local de la Guerre Civile 50ct Carcagente Valencia 1937
Mais
cela ne remédie que très partiellement au ralentissement des activités. La
cassure causée dans le mécanisme habituel des exportations et le blocus, ou
semi-blocus commercial de l'Espagne rendent la situation difficile. Et il n'est
pas question d'y remédier par l'organisation municipale de la charité publique.
Ce qui a poussé, et pousse, vers une plus complète transformation sociale.
Aussi, continuellement, les paysans offrent-ils leurs terres à la Collectivité
en échange de leur admission. Car seule la Collectivité est capable de prendre
des initiatives révolutionnaires et de trouver les solutions nécessaires, par
la réorganisation de la vie locale.
J'ai
lu des demandes d'admission présentées, après bien d'autres, le jour de ma
visite. On y énumérait la surface, l'emplacement dans le territoire de la
commune, la qualité des terres apportées, le nombre de membres de la famille,
les bêtes et les instruments de travail. Dans tout cela, pas de traces de
violence.
Toutefois,
et devant la gravité des circonstances créées par la guerre civile, la liberté
individuelle ou l'autonomie des producteurs demeurés en marge de la
Collectivité ne signifient pas que cette dernière leur permette de freiner ou
d'interrompre la production. Nos camarades ont compris dès le premier jour
qu'il fallait, par un effort redoublé, collaborer à la victoire. Et sans
attendre que les autorités municipales et les partis politiques assument ces
responsabilités, le Syndicat des Agriculteurs a nommé une Commission de
surveillance du travail qui parcourt la campagne et veille à ce que tant les
individualistes que les collectivistes ne relâchent pas leur acharnement au
travail.
Plaza Roja de Carcagente durante la Guerra Civil
Mais
naturellement, c'est d'abord la Collectivité, organisée par le Syndicat des
paysans, et placée sous son contrôle, qui prêche d'exemple. J'ai parcouru de
vastes orangeraies, dont l'une s'étendait sur la juridiction de cinq villages,
et j'ai été frappé par la propreté, la netteté des cultures. Chaque pied carré
était travaillé, comme peigné, avec un soin méticuleux afin d'assurer à l'arbre
tous les éléments nutritifs naturels. Le paysan valencien est renommé pour
l'amour avec lequel il soigne la terre et ce qu'il y fait venir. Cela
apparaissait visiblement. On n'avait pas besoin d'engrais. "Auparavant, me
disaient les camarades qui me pilotaient à travers les plantations aux fruits
dorés, tout cela, qui appartenait aux capitalistes, était cultivé par des
salariés assez indifférents aux résultats de leur travail. Les patrons achetaient
de grandes quantités d'engrais chimiques ou de guano quand il suffisait,
d'avoir soin du sol pour obtenir de bonnes récoltes."
Et
c'est avec joie et fierté qu'ensuite ils me montraient les greffes pratiquées
par leurs soins afin de sélectionner les arbres et d'améliorer la qualité des
fruits.
Pourtant,
en certains endroits, j'ai vu des plantes qui apparaissaient entre les
orangers. J'ai demandé de quoi il s'agissait. Alors mes camarades m'ont
expliqué que, si la guerre dure, les villes manqueront de nourriture. C'est
pourquoi, dans ce sol généralement sablonneux, peu propice à ce genre de
culture, ils ont semé des pommes de terre hâtives. Ils ont fait plus encore,
mettant à profit les quatre mois qui s'écoulent entre la récolte du riz et les
semailles qui suivent, ils ont semé, dans les rizières valenciennes dûment
préparées, du blé, lui aussi hâtif.
Barracas en Carcaixent ya no queda ninguna
J'ai,
car c'était mon premier contact avec une collectivité agraire, demandé des
explications sur l'organisation générale du travail. Et j'ai découvert qu'elle
était à la fois beaucoup plus simple et beaucoup plus complète que je n'avais
imaginé. A la base, une assemblée publique de travailleurs de l'agriculture, à
laquelle assistent les syndiqués et non syndiqués (ces derniers étant, comme on
s'en doute d'après les chiffres précédemment rapportés, très peu nombreux). Sur
la proposition des assistants, individualistes et collectivistes, on nomme, à
l'unanimité ou à la majorité des voix un Comité divisé en deux sections : la
section technique, composée de six membres, chargée de diriger la production et
les problèmes d'écoulement sur le marché espagnol et étranger, et la section
administrative, composée de cinq membres, chargée de la comptabilité. La
section technique comprend d'anciens exportateurs professionnels dont on
connaît et reconnaît la compétence. Ils font bien leur travail et semblent
s'être vraiment intégrés à la nouvelle structure sociale.
A
Carcagente, la socialisation industrielle a commencé après la socialisation
agraire. Mais elle a pris un départ qui inspire confiance. Les travaux du
bâtiment sont aux mains du Syndicat de l'industrie du bâtiment, ceux de la
métallurgie sont dirigés par le Syndicat des métallurgistes ; le Syndicat des
travailleurs du bois - ébénistes, menuisiers et charpentiers - a réuni tous les
petits patrons et artisans en un vaste atelier où chacun touche une
rémunération décidée en commun, où l'on n'a plus besoin d'attendre impatiemment
le client, et de se demander comment on paiera ses traites à la fin du mois.
Les autres métiers, moins importants, sont groupés en un Syndicat unique. Les
boutiques de coiffeurs où la lumière, l'organisation et la propreté laissaient
auparavant souvent à désirer, ont été remplacées par plusieurs établissements
collectifs propres et confortables. Les concurrents d'hier y sont devenus des
camarades de travail.
Plaza de los taxis en Carcagente año ?
C'est,
comme on l'a vu, l'emballage des oranges pour l'exportation qui occupe la
main-d'œuvre la plus nombreuse. Plusieurs bâtiments, disposant des éléments
nécessaires dans Carcagente, sont destinés à ce travail. Chacun est dirigé par
un comité nommé par les travailleurs, composé d'un expert professionnel en
matière commerciale, et d'un délégué pour chacune des activités spécifiques :
fabrication des caisses, tri, emballage, conditionnement, etc. Dans les
opérations correspondantes, ouvriers et ouvrières travaillent diligemment,
suivant le rythme des trieuses mécaniques auprès desquelles les caisses
d'oranges, offrant un certain cachet artistique bien propre aux habitants de
cette région, sont alignées en attendant d'être fermées et chargées. Les fruits
doivent être envoyés en Angleterre, en Suède, en France, en Hollande, etc.
"Nous voulons que l'on voie à l'étranger que, avec la production
socialisée, nous travaillons mieux qu'avant" me disent les travailleurs.
C'est
aussi un Comité spécialement nommé par l'assemblée des ouvriers qui dirige
l'industrie du bâtiment. On ne construit pas de maisons - et probablement n'en
construira-t-on pas pendant la guerre, non seulement parce que dans les crises
graves c'est toujours le bâtiment qui s'arrête le premier, mais encore parce
qu'une bonne partie des demeures qui appartenaient aux riches et aux fascistes
locaux ont été remise à ceux qui étaient le plus mal logés. Mais on fait des
aménagements, des réparations. Une partie des anciens patrons a adhéré aussi à
l'œuvre commune, et travaillent aussi bien qu'avant ; un des deux architectes
de Carcagente s'est inscrit au Syndicat.
Les
briqueteries et la fabrique de parpaings sont organisées selon les mêmes
principes et d'après les mêmes normes de rétribution. Il en est de même pour
tous les autres métiers.
Lorsque
je suis retourné à Carcagente, au commencement de février 1937, le commerce
d'exportation des oranges était le seul qui fût socialisé. Mais il ne l'était
pas indépendamment. D'abord, la section locale de l'U.G.T. avait adhéré aux
réalisations nouvelles ; ensuite, on travaillait en accord avec le Comité
régional. Quand les demandes arrivaient de Valence, les sélectionneurs se
déplaçaient vers les zones où ils savaient pouvoir trouver les variétés et les
quantités demandées. Les mêmes sélectionneurs indiquaient quand il fallait
cueillir les fruits, selon la durée du voyage prévu, et les pays acquéreurs.
Pour
l'ensemble de la distribution, et malgré les conseils que j'avais donnés afin
d'échapper à une hausse des prix lente, mais persistante qui contrecarrait une
partie des résultats positifs obtenus dans la production, la boutique locale
existait encore. Elle constituait un facteur négatif, et le moment était venu
de se demander s'il ne fallait pas entreprendre une nouvelle étape,
complémentaire de la première.
On
avait fait un premier pas, que l'on retrouve dans bien des cas, surtout dans la
région du Levant, en constituant un Comité de ravitaillement qui se chargeait
de trouver des vivres non produits sur place et nécessaires à la consommation
locale. Ce même comité organisa la pratique des échanges sur la plus large
échelle possible. Mon ami Grañén, plus tard fusillé par les fascistes, projetait
l'organisation de centres de distribution dans les différents quartiers, ce qui
rendrait la population maîtresse du mécanisme des prix et de la distribution
des biens de consommation. L'idée, qui prenait forme comme elle prit forme en
tant d'autres endroits, ne tarderait pas à être réalisée. Car, un mois et demi
plus tard la moitié du commerce de Carcagente était socialisée, et Grañén avait
de bons espoirs de socialiser l'autre moitié.
A
cette même période, une partie des orangers dont les fruits ne se vendaient pas
avait été arrachée et remplacée par des légumes. On marchait vers une
intégration économique qui s'opérait aussi ailleurs.
Cementerio de Paterna, Memorial a las victimas del franquismo donde estan los restos de las personas de Carcagente
Le
soir de ma première visite, en novembre 1936, je dus donner une conférence que
mes camarades m'avaient demandée, et qui avait été un des buts de cette prise
de contact. Auparavant, j'avais tenu à m'informer, pour ne pas parler
inutilement. J'appris alors à peu près tout ce que je viens de rapporter. Et
quand je m'adressai à ces hommes et à ces femmes qui attendaient mes paroles
avec une ferveur qui rendait leur regard plus brillant, je dus déclarer
qu'étant venu pour leur apporter des indications utiles, ainsi qu'il m'avait
été demandé, il arrivait que c'était moi qui avais appris d'eux, et non pas eux
qui avaient à apprendre de moi. Et je le dis sincèrement.
Dernière
touche à ce tableau d'ensemble : mes camarades voulurent avoir pour moi une
attention dont les Espagnols sont si coutumiers, et ils m'invitèrent à aller
avec eux manger une paella dans le jardin d'un des plus beaux pavillons
expropriés hors de Carcagente. Ce pavillon était situé sur une hauteur d'où
l'on distinguait, entre les pins, des orangeraies magnifiques. Mes amis me
firent remarquer la beauté du site, la salubrité du climat, combien reposante y
était l'atmosphère, verte la colline boisée qui surplombait l'endroit. Je
pensai immédiatement que l'endroit serait idéal pour y installer une maison de
repos et de convalescence. Mais une fois encore ils n'avaient pas eu besoin de
moi. Après avoir consulté les médecins de Carcagente, ils avaient décidé de
transformer cette belle demeure en sanatorium.
Edition numérique établie à partir du
texte édité en 1983 par les Editions du Monde Libertaire
http://mapagoueg.chez-alice.fr/babel/Leval-Gaston/espagne-libertaire-1936-39/index.htm#som
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Uno de los últimos deseos de José Vidal Beneyto fue ser enterrado en su localidad natal: Carcaixent.Ayer pues este pequeño pueblo rindio un último homenaje a este hombre cosmopolita y europeo. Familia, vecinos, amigos y políticos, lo acompañaron en su última morada y el cantautor Paco Ibáñez recordó el espíritu inconformista de Vidal Beneyto.
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José Vidal -Beneyto en
Voici un document intéressant sur la ville de Carcagente ou Carcaixent, la ville de José Vidal-Beneyto extrait de L'Espagne libertaire (36-39) L'œuvre constructive de la Révolution espagnole de Gaston Leval
Carcagente Gaston Leval
Extrait de
L'Espagne libertaire (36-39) L'œuvre constructive de la
Révolution espagnole
Carcagente :
Plutôt grand bourg campagnard que petite ville, Carcagente, situé dans la
province de Valence, comptait, lors de ma première visite, en novembre 1936,
18.000 habitants (1).
Bien que son histoire sociale fût moins dramatique que celle de Sueca ou
Cullera, notre mouvement y était implanté depuis très longtemps et son
importance était grande. Ainsi, toujours en novembre 1936, notre Syndicat des
paysans comptait 2.750 membres, dont quelques centaines de petits propriétaires
; celui des emballeurs - ou plutôt des emballeuses d'oranges, car dans ce
travail les femmes étaient, de loin, les plus nombreuses, 3.325 ; on ajoutait
encore 310 travailleurs du bâtiment, 150 cheminots, 120 métallurgistes et 450
travailleurs de professions diverses, tous syndiqués. En tout, 41 pour cent de
la population. Si nous tenons compte du pourcentage représenté par les enfants
et mineurs qui n'avaient pas atteint l'âge de l'apprentissage, cette proportion
est énorme.
Dans
la zone de Carcagente, c'est-à-dire dans la juridiction même de la localité et
dans les localités environnantes, mais moins importantes, la grande propriété,
à peu près toute spécialisée dans la production d'agrumes, dominait. Et bon
nombre de petits propriétaires qui ne pouvaient vivre de la production de la
terre qu'ils possédaient palliaient l'insuffisance de leur revenu en
travaillant chez les riches ou en ayant recours à des expédients divers.
Situation très fréquente en Espagne, et qui devait contribuer à faire basculer
du côté de la révolution sociale le bouleversement causé par l'insurrection et
la menace fasciste. La conséquence logique en fut l'influence prédominante de
notre organisation syndicale qui se mit sans tarder à socialiser les grandes
propriétés. Cela d'autant plus facilement que les grands
"terratenientes" s'étaient éclipsés et qu'il fallait éviter que les
biens de production devenus socialement disponibles fussent répartis entre de
nouveaux bénéficiaires qui réintroduiraient, quelque peu modifié dans sa forme,
mais identique quant au fond, le régime d'exploitation, de désordre et
d'inégalité que l'on venait d'éliminer.
Simultanément,
et poursuivant la réalisation de l'idéal communiste libertaire pour lequel ils
combattaient depuis si longtemps nos camarades s'attaquèrent à la petite
propriété traditionnelle afin de transformer le plus possible les parcelles
individuellement cultivées, éparpillées et morcelées en de vastes étendues
rationnellement exploitées grâce à la propriété sociale commune et aux
techniques qu'elle permettait d'employer.
J'ai
retrouvé, à Carcagente, certains camarades que j'avais auparavant connus à
Barcelone ou à Buenos Aires où ils avaient émigré pendant la dictature de Primo
de Rivera. Pour ces transformations fondamentales, ils n'ont pas eu, me
disent-ils, recours à la force, surtout en ce qui concerne les petits
exploitants. Ceux qui ont adhéré l'ont fait volontairement, suivant l'exemple
des militants qui ont commencé par donner l'exemple en apportant leurs terres,
leurs bêtes et leurs outils. Il y a bien eu, il y a bien encore quelques
récalcitrants, mais nos camarades ont une foi absolue en la supériorité du
travail en commun, dans les résultats pratiques et de caractère moral de
l'entraide. Ils savent que l'exemple finira par entraîner ceux qui hésitent
encore. Leur conviction est telle que, dans plusieurs cas - et je retrouverai,
et d'autres signaleront le même fait très souvent - ils n'ont pas hésité, pour
compléter certaines étendues collectivisées au milieu desquelles se trouvaient
des terres appartenant à des individualistes, à offrir à ces derniers des
terres meilleures que celles leur appartenant, et à les aider à s'y installer.
En
quelques mois, des résultats positifs sont apparus. D'abord, une crise
économique locale a été enrayée. Les difficultés nées de la guerre civile et de
ses répercussions avaient causé un certain marasme économico-commercial, qui a
gêné le placement des produits récoltés, et chaque petit exploitant, livré à
lui-même, a connu des difficultés inquiétantes. Ensuite, la pratique de l'union
et de la solidarité a permis, et permet, de trouver des possibilités
d'écoulement des mêmes produits, sinon à Carcagente même, à Valence ou dans
d'autres provinces.
Billet local de la Guerre Civile 50ct Carcagente Valencia 1937
Mais
cela ne remédie que très partiellement au ralentissement des activités. La
cassure causée dans le mécanisme habituel des exportations et le blocus, ou
semi-blocus commercial de l'Espagne rendent la situation difficile. Et il n'est
pas question d'y remédier par l'organisation municipale de la charité publique.
Ce qui a poussé, et pousse, vers une plus complète transformation sociale.
Aussi, continuellement, les paysans offrent-ils leurs terres à la Collectivité
en échange de leur admission. Car seule la Collectivité est capable de prendre
des initiatives révolutionnaires et de trouver les solutions nécessaires, par
la réorganisation de la vie locale.
J'ai
lu des demandes d'admission présentées, après bien d'autres, le jour de ma
visite. On y énumérait la surface, l'emplacement dans le territoire de la
commune, la qualité des terres apportées, le nombre de membres de la famille,
les bêtes et les instruments de travail. Dans tout cela, pas de traces de
violence.
Toutefois,
et devant la gravité des circonstances créées par la guerre civile, la liberté
individuelle ou l'autonomie des producteurs demeurés en marge de la
Collectivité ne signifient pas que cette dernière leur permette de freiner ou
d'interrompre la production. Nos camarades ont compris dès le premier jour
qu'il fallait, par un effort redoublé, collaborer à la victoire. Et sans
attendre que les autorités municipales et les partis politiques assument ces
responsabilités, le Syndicat des Agriculteurs a nommé une Commission de
surveillance du travail qui parcourt la campagne et veille à ce que tant les
individualistes que les collectivistes ne relâchent pas leur acharnement au
travail.
Plaza Roja de Carcagente durante la Guerra Civil
Mais
naturellement, c'est d'abord la Collectivité, organisée par le Syndicat des
paysans, et placée sous son contrôle, qui prêche d'exemple. J'ai parcouru de
vastes orangeraies, dont l'une s'étendait sur la juridiction de cinq villages,
et j'ai été frappé par la propreté, la netteté des cultures. Chaque pied carré
était travaillé, comme peigné, avec un soin méticuleux afin d'assurer à l'arbre
tous les éléments nutritifs naturels. Le paysan valencien est renommé pour
l'amour avec lequel il soigne la terre et ce qu'il y fait venir. Cela
apparaissait visiblement. On n'avait pas besoin d'engrais. "Auparavant, me
disaient les camarades qui me pilotaient à travers les plantations aux fruits
dorés, tout cela, qui appartenait aux capitalistes, était cultivé par des
salariés assez indifférents aux résultats de leur travail. Les patrons achetaient
de grandes quantités d'engrais chimiques ou de guano quand il suffisait,
d'avoir soin du sol pour obtenir de bonnes récoltes."
Et
c'est avec joie et fierté qu'ensuite ils me montraient les greffes pratiquées
par leurs soins afin de sélectionner les arbres et d'améliorer la qualité des
fruits.
Pourtant,
en certains endroits, j'ai vu des plantes qui apparaissaient entre les
orangers. J'ai demandé de quoi il s'agissait. Alors mes camarades m'ont
expliqué que, si la guerre dure, les villes manqueront de nourriture. C'est
pourquoi, dans ce sol généralement sablonneux, peu propice à ce genre de
culture, ils ont semé des pommes de terre hâtives. Ils ont fait plus encore,
mettant à profit les quatre mois qui s'écoulent entre la récolte du riz et les
semailles qui suivent, ils ont semé, dans les rizières valenciennes dûment
préparées, du blé, lui aussi hâtif.
Barracas en Carcaixent ya no queda ninguna
J'ai,
car c'était mon premier contact avec une collectivité agraire, demandé des
explications sur l'organisation générale du travail. Et j'ai découvert qu'elle
était à la fois beaucoup plus simple et beaucoup plus complète que je n'avais
imaginé. A la base, une assemblée publique de travailleurs de l'agriculture, à
laquelle assistent les syndiqués et non syndiqués (ces derniers étant, comme on
s'en doute d'après les chiffres précédemment rapportés, très peu nombreux). Sur
la proposition des assistants, individualistes et collectivistes, on nomme, à
l'unanimité ou à la majorité des voix un Comité divisé en deux sections : la
section technique, composée de six membres, chargée de diriger la production et
les problèmes d'écoulement sur le marché espagnol et étranger, et la section
administrative, composée de cinq membres, chargée de la comptabilité. La
section technique comprend d'anciens exportateurs professionnels dont on
connaît et reconnaît la compétence. Ils font bien leur travail et semblent
s'être vraiment intégrés à la nouvelle structure sociale.
A
Carcagente, la socialisation industrielle a commencé après la socialisation
agraire. Mais elle a pris un départ qui inspire confiance. Les travaux du
bâtiment sont aux mains du Syndicat de l'industrie du bâtiment, ceux de la
métallurgie sont dirigés par le Syndicat des métallurgistes ; le Syndicat des
travailleurs du bois - ébénistes, menuisiers et charpentiers - a réuni tous les
petits patrons et artisans en un vaste atelier où chacun touche une
rémunération décidée en commun, où l'on n'a plus besoin d'attendre impatiemment
le client, et de se demander comment on paiera ses traites à la fin du mois.
Les autres métiers, moins importants, sont groupés en un Syndicat unique. Les
boutiques de coiffeurs où la lumière, l'organisation et la propreté laissaient
auparavant souvent à désirer, ont été remplacées par plusieurs établissements
collectifs propres et confortables. Les concurrents d'hier y sont devenus des
camarades de travail.
Plaza de los taxis en Carcagente año ?
C'est,
comme on l'a vu, l'emballage des oranges pour l'exportation qui occupe la
main-d'œuvre la plus nombreuse. Plusieurs bâtiments, disposant des éléments
nécessaires dans Carcagente, sont destinés à ce travail. Chacun est dirigé par
un comité nommé par les travailleurs, composé d'un expert professionnel en
matière commerciale, et d'un délégué pour chacune des activités spécifiques :
fabrication des caisses, tri, emballage, conditionnement, etc. Dans les
opérations correspondantes, ouvriers et ouvrières travaillent diligemment,
suivant le rythme des trieuses mécaniques auprès desquelles les caisses
d'oranges, offrant un certain cachet artistique bien propre aux habitants de
cette région, sont alignées en attendant d'être fermées et chargées. Les fruits
doivent être envoyés en Angleterre, en Suède, en France, en Hollande, etc.
"Nous voulons que l'on voie à l'étranger que, avec la production
socialisée, nous travaillons mieux qu'avant" me disent les travailleurs.
C'est
aussi un Comité spécialement nommé par l'assemblée des ouvriers qui dirige
l'industrie du bâtiment. On ne construit pas de maisons - et probablement n'en
construira-t-on pas pendant la guerre, non seulement parce que dans les crises
graves c'est toujours le bâtiment qui s'arrête le premier, mais encore parce
qu'une bonne partie des demeures qui appartenaient aux riches et aux fascistes
locaux ont été remise à ceux qui étaient le plus mal logés. Mais on fait des
aménagements, des réparations. Une partie des anciens patrons a adhéré aussi à
l'œuvre commune, et travaillent aussi bien qu'avant ; un des deux architectes
de Carcagente s'est inscrit au Syndicat.
Les
briqueteries et la fabrique de parpaings sont organisées selon les mêmes
principes et d'après les mêmes normes de rétribution. Il en est de même pour
tous les autres métiers.
Lorsque
je suis retourné à Carcagente, au commencement de février 1937, le commerce
d'exportation des oranges était le seul qui fût socialisé. Mais il ne l'était
pas indépendamment. D'abord, la section locale de l'U.G.T. avait adhéré aux
réalisations nouvelles ; ensuite, on travaillait en accord avec le Comité
régional. Quand les demandes arrivaient de Valence, les sélectionneurs se
déplaçaient vers les zones où ils savaient pouvoir trouver les variétés et les
quantités demandées. Les mêmes sélectionneurs indiquaient quand il fallait
cueillir les fruits, selon la durée du voyage prévu, et les pays acquéreurs.
Pour
l'ensemble de la distribution, et malgré les conseils que j'avais donnés afin
d'échapper à une hausse des prix lente, mais persistante qui contrecarrait une
partie des résultats positifs obtenus dans la production, la boutique locale
existait encore. Elle constituait un facteur négatif, et le moment était venu
de se demander s'il ne fallait pas entreprendre une nouvelle étape,
complémentaire de la première.
On
avait fait un premier pas, que l'on retrouve dans bien des cas, surtout dans la
région du Levant, en constituant un Comité de ravitaillement qui se chargeait
de trouver des vivres non produits sur place et nécessaires à la consommation
locale. Ce même comité organisa la pratique des échanges sur la plus large
échelle possible. Mon ami Grañén, plus tard fusillé par les fascistes, projetait
l'organisation de centres de distribution dans les différents quartiers, ce qui
rendrait la population maîtresse du mécanisme des prix et de la distribution
des biens de consommation. L'idée, qui prenait forme comme elle prit forme en
tant d'autres endroits, ne tarderait pas à être réalisée. Car, un mois et demi
plus tard la moitié du commerce de Carcagente était socialisée, et Grañén avait
de bons espoirs de socialiser l'autre moitié.
A
cette même période, une partie des orangers dont les fruits ne se vendaient pas
avait été arrachée et remplacée par des légumes. On marchait vers une
intégration économique qui s'opérait aussi ailleurs.
Cementerio de Paterna, Memorial a las victimas del franquismo donde estan los restos de las personas de Carcagente
Le
soir de ma première visite, en novembre 1936, je dus donner une conférence que
mes camarades m'avaient demandée, et qui avait été un des buts de cette prise
de contact. Auparavant, j'avais tenu à m'informer, pour ne pas parler
inutilement. J'appris alors à peu près tout ce que je viens de rapporter. Et
quand je m'adressai à ces hommes et à ces femmes qui attendaient mes paroles
avec une ferveur qui rendait leur regard plus brillant, je dus déclarer
qu'étant venu pour leur apporter des indications utiles, ainsi qu'il m'avait
été demandé, il arrivait que c'était moi qui avais appris d'eux, et non pas eux
qui avaient à apprendre de moi. Et je le dis sincèrement.
Dernière
touche à ce tableau d'ensemble : mes camarades voulurent avoir pour moi une
attention dont les Espagnols sont si coutumiers, et ils m'invitèrent à aller
avec eux manger une paella dans le jardin d'un des plus beaux pavillons
expropriés hors de Carcagente. Ce pavillon était situé sur une hauteur d'où
l'on distinguait, entre les pins, des orangeraies magnifiques. Mes amis me
firent remarquer la beauté du site, la salubrité du climat, combien reposante y
était l'atmosphère, verte la colline boisée qui surplombait l'endroit. Je
pensai immédiatement que l'endroit serait idéal pour y installer une maison de
repos et de convalescence. Mais une fois encore ils n'avaient pas eu besoin de
moi. Après avoir consulté les médecins de Carcagente, ils avaient décidé de
transformer cette belle demeure en sanatorium.
Edition numérique établie à partir du
texte édité en 1983 par les Editions du Monde Libertaire
http://mapagoueg.chez-alice.fr/babel/Leval-Gaston/espagne-libertaire-1936-39/index.htm#som
Ana Oliver Borras Entre el silenci i l'oblit Paco Cucarella el darrer alcalde revolucionari de Carcaixent Ediciones 96 15 € comprar AQUI
Saber mas acerca del libro y de la autora AQUI
Uno de los últimos deseos de José Vidal Beneyto fue ser enterrado en su localidad natal: Carcaixent.Ayer pues este pequeño pueblo rindio un último homenaje a este hombre cosmopolita y europeo. Familia, vecinos, amigos y políticos, lo acompañaron en su última morada y el cantautor Paco Ibáñez recordó el espíritu inconformista de Vidal Beneyto.
"Pepín siempre soñó por un mundo más justo y por una España que se acercara a los tres pilares de la democracia francesa".
Emocionó con su interpretación de Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique. Allí se encontraban tambien los eurodiputados García Margallo, Íñigo Méndez y, el también carcagentino, Enrique Guerrero; los ex-eurodiputados Carlos Bru y Marcelino Oreja; o el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa. Tampoco faltaron los consellers Juan Cotino y Rafael Blasco y la directora del IVAM, Consuelo Císcar
"Pepín siempre soñó por un mundo más justo y por una España que se acercara a los tres pilares de la democracia francesa".
Emocionó con su interpretación de Coplas a la muerte de su padre, de Jorge Manrique. Allí se encontraban tambien los eurodiputados García Margallo, Íñigo Méndez y, el también carcagentino, Enrique Guerrero; los ex-eurodiputados Carlos Bru y Marcelino Oreja; o el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa. Tampoco faltaron los consellers Juan Cotino y Rafael Blasco y la directora del IVAM, Consuelo Císcar
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