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23 février 2010

Jorge Herralde de Anagrama entrevista y libros


 Nos quedan todavía algunos de los buenos que nos aseguran lecturas interesantes
Jorge Herralde Foto: Héctor Fabio Zamora/EL TIEMPO

Herralde y sus musas

El editor español Jorge Herralde habla sobre el oficio del editor, al celebrar 40 años de Anagrama.

Hace 40 años, se respiraba en la bulliciosa Barcelona de los años sesenta un ambiente antifranquista, que buscaba incorporar esas nuevas corrientes del pensamiento que habían sufrido la censura durante muchos años.
Con la promulgación, en 1967, de una nueva ley de prensa, que relajó en parte esta situación, se vivió en la ciudad española un renacer de diversas editoriales y productoras de cine. En medio de ese ambiente de ebullición intelectual, el joven editor Jorge Herralde decidió fundar, en 1969, Anagrama, "una editorial muy participante en todas las inquietudes de aquellos tiempos del antifranquismo, la contracultura, el libro político y la literatura".
El sueño no estuvo exento de la prohibición y del embargo de libros. "Pero bueno, el catálogo de la editorial de los setenta es ilustrativo de cómo, a pesar de todo, publicamos libros impensables", recuerda su fundador.
Herralde le contó a EL TIEMPO cómo se va dando ese proceso de enamoramiento con los textos que decide publicar, cuáles son las principales cualidades de un buen editor, cómo es su disciplina de lectura y su pasión por ciertos escritores, entre otros temas.
¿Alguna vez quiso ser escritor?
La verdad es que no. Como casi todo el mundo, en mi adolescencia perpetré algunos poemas y algunos relatos, pero entre ellas, mi autentica vocación es la de editor. Sin embargo, en estos años he escrito centenares de contraportadas de textos, que he ido recogiendo luego en volúmenes como Opiniones mohicanas, Por orden alfabético o Para Roberto Bolaño, pero no tengo vocación de novelista.
¿Cuáles son las principales cualidades que debe tener un editor?
Tener una idea muy clara de lo que quiere publicar. En el caso de Anagrama, es apostarle a la excelencia en la literatura en su doble registro de apostar por los clásicos del futuro, a menudo autores desconocidos, como es el caso de Bolaño, Vila-Matas o tantos otros. O también, un rescate de clásicos como Nabokov o Albert Cohen. Esto, por una parte. Además, el editor debe tener máximo rigor en la selección, no bajar la guardia y no publicar ni un solo libro por criterios que no sean literarios o de curiosidad y rigor en el ámbito del ensayo. Luego, un trabajo minucioso y artesanal en la edición propiamente dicha, con mucho cuidado en todo el proceso: desde los textos hasta el diseño y la escogencia de las imágenes; y luego, finalmente, el máximo ímpetu en la promoción.
¿Tiene alguna disciplina de lectura?
Es una disciplina relativa. Pero la máxima disciplina es los sábados y domingos, que no salgo de casa y es cuando hago la lectura de 10 y 12 horas de manuscritos con bolígrafo y pósit en mano. Y luego, naturalmente, como todo editor, aparte de leer -que es lo que más me gusta- también me gusta mucho participar en todo el proceso de edición.
Lo primero que usted publicó fue ensayo. ¿Qué debe tener un buen ensayo?
Un buen ensayo lo resumiría con la base ideológica fundamental del Premio Anagrama de Ensayo, que se creó a principios de los 70 y ya cumple 37 convocatorias seguidas: "Se preferirán obras de imaginación crítica antes que las meramente eruditas". Es decir, un tipo de ensayo a menudo subjetivo, personal, bien escrito, novedoso, más que tesis académicas laboriosas. Como ejemplos nombraría tres excelentes novelistas, que también son grandes críticos, como son los casos del argentino Ricardo Piglia, el mexicano Juan Villoro y el inglés Martin Amis. Pero cuando nos planteamos el premio, lo hicimos pensando en críticos como Enzensberger, Octavio Paz o Edmund Wilson.
¿Qué le siente usted al texto que lo lleva a tomar la decisión de publicarlo?
A menudo es algo súbito. A partir de la primera o la segunda página ya hay algo que te llama la atención y, entonces, tú vas leyendo el texto esperando y celebrando que aquellas primeras páginas, que te han entusiasmado, luego culminen en una buena novela. A veces sucede; otras no. Había una frase famosa de Nabokov según la cual él advertía una obra maestra cuando un estremecimiento le corría por la columna vertebral, pero en realidad es una experiencia de lectura. Por ejemplo, coge un libro de Bolaño, léete un par de páginas y, si no te ha atrapado, olvídate; pero estoy casi seguro de que te atrapará.
¿Hay un especial interés de ustedes por la literatura experimental? Se lo digo porque muchos de sus autores suelen ser artesanos del lenguaje y la estructura, como en los casos de Barico, Bellatín, Bolaño o Vila-Matas, entre otros.
Y el mexicano Daniel Sada, un artista del lenguaje casi insuperable. La palabra experimental puede sonar, en estos momentos, a estos libros dijéramos un poco enrevesados, asfixiantes y textualistas de los años setenta. A estos nuevos escritores yo los definiría como heterodoxos, que van rotulando su propio camino y son ajenos al mainstream. Por otra parte, también publicamos novelas muy potentes, como las de Rafael Chirbes, por ejemplo, con menos malabarismos, pero con mucha hondura. Es decir, tampoco somos una editorial centrada estrictamente en cabriolas heterodoxas.
¿Tiene a algún autor colombiano en la mira?
En estos momentos no tengo algo puntual. Pero confío en que se consolide el nuevo proyecto de distribución que tenemos en Colombia, y luego espero incorporar autores colombianos. Hay algunos bien valiosos, como Juan Gabriel Vásquez, por ejemplo, que es quizá mi favorito de las jóvenes generaciones. Y tengo algún otro nombre, pero prefiero no mencionarlo antes de no concretar algo.
¿Qué lo cautiva de los escritores ingleses?
Bueno, aparte de que he seguido desde hace muchos años la literatura inglesa, tuve la fortuna de que a principios de los ochenta, empezaron a publicar toda una serie de autores ingleses de primerísima calidad, los cuales he publicado casi en su totalidad: Ian McEwan, Martin Amis, Hanif Kureishi, Kazuo Ishiguro, Graham Swift. Y casi 30 años después, yo creo que es tal vez la mejor generación literaria internacional.
¿Cómo llegó a sus manos la obra de Roberto Bolaño?
Roberto Bolaño nos envió al premio La literatura nazi en América. Lo leí y me gustó mucho. Pero antes, incluso, de tener la primera reunión del jurado, recibí una carta suya en la que me decía que lo había presentado simultáneamente a varias editoriales, que le habían hecho una oferta y la iba a publicar. Entonces le dije que de todas maneras, si algún día pasaba por Barcelona, me gustaría conocerlo. A los pocos días pasó y le pregunté si tenía alguna novela disponible. Me ofreció Estrella distante, que yo creo que es uno de sus mejores libros. A partir de entonces, entablamos una gran amistad hasta su muerte. Y aunque los principios fueron difíciles, en términos de ventas, con los Detectives salvajes ganó nuestro premio de novela, luego el Rómulo Gallegos y quedó establecido como uno de los autores latinoamericanos del momento. Luego, esto se fue consolidando con sus otros libros, hasta la publicación póstuma de 2666, que ha alcanzado un éxito casi insospechable y ha conquistado, de forma esplendorosa, el mercado más hostil a la traducción, que es Estados Unidos. El último dato que tengo es que se habían vendido cien mil ejemplares de esa novela y había ganado el premio de los críticos americanos, el más prestigioso de todos.
Con este aniversario usted anuncia la creación de la colección 'Otra vuelta de tuerca'.
Es, precisamente, otra vuelta de tueca al catálogo de Anagrama. Es decir, en un catálogo tan extenso, de casi 3.000 publicaciones, queremos volver a proponer aquellos grandes libros que se publicaron hace 20 ó 25 años, que tuvieron buenas ventas y críticas como Relatos autobiográficos, de Thomas Bernard; Tom Ripley, de Patricia Highsmith; El rey de las Dos Sicilias, de Andrzej Kusniewicz, y La fortaleza asediada, de Qian Zhongshu.
Hace poco, en una entrevista con el diario 'El Mercurio', de Santiago de Chile, la agente literaria Carmen Balcells dijo que usted no había tenido nunca un gesto con ella, en retorno de los 200 mil que ella había tenido con usted. ¿Qué le responde?
Leí toda la entrevista en la que mi querida Carmen emite opiniones pintorescas sobre García Márquez, sobre Bryce Echenique, etc. En mi caso, desconozco esos 200 mil gestos, bueno, en realidad no conozco ninguno. En la historia de la edición, durante siglos, el editor ha sido el mismo agente. La figura del agente literario es algo reciente. Entonces, parece que ella lo que me reprocha es que nosotros, que hemos representado muy bien a tantos y tantos escritores, deberíamos decirle: "Mira Carmen, te regalo este escritor a pesar de que nosotros hemos conseguido 50 ó 70 contratos. Es decir, carece de la menor lógica. Es lo que llamamos acá un 'cruce de cables'.

Publicado el 19 de junio de 2009
CARLOS RESTREPO
CULTURA Y ENTRETENIMIENTO
Ver los excelentes artículos del blog El ojo fisgón acerca de Jorge Herralde y Anagrama
Algunos libros de Jorge Herralde siempre acerca del mundo editorial
El optimismo de la voluntad. Experiencias editoriales en América Latina

Jorge Herralde 

EDITORIAL FONDO DE CULTURA ECONÓMICA (FCE se puede comprar AQUI donde se pueden ver otros de sus libros


"Durante cuarenta años nos dice Juan Villoro en el prólogo Herralde ha dirigido su editorial, Anagrama, con el intrépido placer de quien organiza una fiesta en una país con toque de queda". Y sobre los preparativos y los invitados de este convite nos habla su organizador en El optimismo de la voluntad: un collage de homenajes a autores y editores "Sergio Pitol, Carlos Monsiváis, Ricardo Piglia, Roberto Bolaño, Mario Muchnik, Arnaldo Orfila, entre otros", además de notas sobre la experiencia de editar en el contexto latinoamericano. Como recuento histórico la obra es imprescindible y como lectura es uno de los libros más memorables que se hayan escrito sobre el tema.
Ver otros libros de Herralde  AQUI  

22 février 2010

Vila-Matas deja Anagrama


 El mercado de pases en el mundo editorial es tan movido como el futbolístico. Recientemente, Random House Mondadori fichó a Javier Cercas. 

Enrique Vila-Matas
Y yo me pregunto, el pobre lector, con tantos intereses peseteros por en medio, sabrá si lee a un autor porque le gusta o porque es de la Escudería, en este caso, Planeta, que si algo sabe es como se utiliza el dinero para promocionar y comprar autores como si de salchichas se tratara. Fijaos en lo que dice Herralde de las ventas de Vila-Matas y para que ahora se largue… Es triste ver como el poderoso Don Dinero  ha transformado agencias literarias en managers, autores en vulgares productos mercantiles, donde ya no se trata de ser bueno sino de ser cuanto...  Cuanto me vas a pagar para representarte. Y yo me pregunto ¿que alternativa les queda a los jóvenes autores si no tienen suficiente dinero para pagarse una agencia de las “buenas”? y ¿Que vamos a leer si una persona adinerada quiere escribir? ¿Que garantía tiene el consumidor de libros que somos los lectores? Hay que montar una Asociación de Defensa del Consumidor de Libros (ADCL) porque, con esto de que que se trata de Cultura, parece que nos estén timando.

El grupo Planeta" ficha" a Enrique Vila-Matas

El autor catalán deja Anagrama, tras 25 años, por Seix Barral, del 

coloso grupo editorial Planeta



Después de 16 libros y 25 años en Anagrama, Enrique Vila-Matas, publicará su próxima novela en Seix Barral. La ruptura se había mantenido larvada durante los últimos años y al final uno de los escritores insignia de la editorial de Jorge Herralde ha optado por cambiar de aires, como antes hicieron, entre otros, Javier Marías (Alfaguara) o Ignacio Martínez de Pisón (Seix Barral). A la inversa, Álvaro Pombo, que había sido captado por Planeta mediante el premio, regresa a la editorial que le dio fama.

El mercado de pases en el mundo es tan movido como el futbolístico. Recientemente, Random House Mondadori fichó a Javier Cercas para su libro sobre el 23 de febrero, cuando el escritor estaba publicando en Tusquets
(Soldados de SalaminaLa velocidad de la luz).

El nuevo sello barcelonés de Vila-Matas, dependiente de Planeta, ha fichado en los últimos tiempos a autores como Antonio Muñoz Molina, José María Merino o Clara Usón (todos ellos de Alfaguara). Alfaguara, a su vez, captó a Agustín Fernández Mallo, autor de la pequeña editorial Candaya o Manuel Vilas, de DVD. RBA fichó a Jordi Soler de Alfaguara y ahora este autor ha pasado al catálogo de Random House.

La explicación a tanta movilidad se encuentra en la acción de las agencias literarias que ponen en valor a los escritores representados y el deseo de estos en ser justamente valorados por sus editores, sin paternalismos.

El nuevo libro de Enrique Vila-Matas se titula 
Dublinesca, nombre tomado de un poema de Philip Larkin. Se refiere al entierro de una prostituta irlandesa: "Por callejuelas de estuco/ donde la luz es de peltre/ y en la tiendas la bruma obliga/ a encender las luces sobre/ rosarios y guías hípicas/ está pasando un funeral". El funeral es el de "Kitty, o Katy, como/ si el nombre hubiese albergado/ todo amor, todo hermosura", pero también podría ser el funeral de la literatura, una literatura que vivió momentos de esplendor a mediados del siglo XX gracias a varios escritores nacidos en Dublín.

Seix Barral publicará 
Dublinesca en marzo y tiene previsto ir asumiendo todos los libros de Vila-Matas a medida que vayan caducando sus derechos en Anagrama, a fin de que la obra del autor barcelonés no quede dispersa. Uno de los compromisos de la editorial es poner todo su empeño y sus medios para difundir al máximo la obra del autor de Bartleby y compañía y conseguir encontrarle nuevos lectores.

© La Vanguardia y Clarín


Que le parece a Jorge Herralde 
entrevista "40 años de Anagrama "octubre 2009

¿Cómo se sintió personalmente ante la marcha de Vila-Matas?

Bueno, está dentro de una normalidad… indeseada. Pero mira, yo he publicado a Vila-Matas durante veinticinco años. Hablamos de un Vila-Matas que publicó cuatro libros con un fracaso estrepitoso –dos en Tusquets, donde luego ya no lo quisieron, y dos en editoriales minúsculas. Empezó a publicar con nosotros y durante casi veinte años fue subiendo lentamente, a base de buenas críticas y de convertirse en autor de culto. Hasta Bartleby y compañíano hubo una eclosión y empezó a venderse –como veinte mil ejemplares. Lo animé a que se presentara al premio, lo ganó, y llegamos a publicar sus cuatro o cinco últimos libros. Tras el pináculo que fueron Bartleby... París no se acaba nunca, en los tres últimos libros había habido un declive claro. Hay que decir que de los anticipos que le pagábamos en cuanto empezó a vender, no se recuperaba ni la mitad. En el momento en que él tomó a una agente, muy codiciosa y muy conocida, ya preví el desenlace. Esta agente me mandó la novela y me dijo: “también la presentaré a otras editoriales, porque Vila-Matas quiere saber cuál es su valor en el mercado”, y le contesté: “me parece muy bien, pero te referirás al mercado de las subastas, porque el mercado de las ventas reales él ya lo sabe”. Con Vila-Matas siempre habíamos hecho lo mismo desde que empezó a vender: él me decía lo que quería cobrar y yo se lo pagaba, y así se lo reiteré a la agente, para que se quedara a gusto en Anagrama. La cantidad que dio era astronómica y… son cosas que pasan. En realidad no me afectó mucho, incluso te diría que si tuviera un director financiero, estaría aplaudiendo su marcha. Seguir leyendo la entrevista muy interesante en Letras libres

Vila-Matas deja Anagrama y ficha por Seix Barral 

El escritor barcelonés abandona la editorial que le vió crecer literaliamente, y publicará su próxima novela, 'Dublinesca', en Seix Barral

Considerado uno de los escritores españoles de culto, aunque nunca ha sido un 'superventas', Vila-Matas publicará en Seix Barral "Dublinesca", su próxima novela, en la que reflexiona en clave 'metaliteraria' sobre la influencia de la tecnología digital en el mundo de la cultura.
Fuentes de Anagrama consultadas por Efe han señalado que "la marcha de Vila-Matas era 'la crónica de una muerte anunciada'" y han asegurado que "no es ningún drama" para la editorial que dirige Jorge Herralde.
Las diferencias entre Vila-Matas y Anagramacomenzaron cuando el escritor, que hasta entonces delegaba la gestiones de los derechos de sus libros en la propia editorial y mantenía una relación estrecha con Herralde, contrató los servicios de la influyente agente literaria Mónica Martín.
En Anagrama prefieren ver la marcha de Vila-Matas como un "ir y venir natural", como corrobora la vuelta a la editorial barcelonesa del escritor cántabro Álvaro Pombo, que, después de haber ganado el Premio Planeta en 2006 con "La Fortuna de Matilde Turpín", publicará en noviembre próximo en Anagrama "La previa muerte del lugarteniente Aloof", una novela en la que se aleja de su habitual temática santanderina.
Trayectoria de éxito 
Aunque Vila-Matas publicó sus dos primeras novelas en Tusquets, "Mujer en el espejo contemplando el paisaje" (1973) y "La asesina ilustrada" (1977), el grueso de sus obras de ficción ha aparecido en Anagrama, entre ellas "Historia abreviada de la literatura portátil" (1985), "Bartleby y compañía" (2000), "El mal de Montano" (2002), "París no se acaba nunca" (2004) y "Doctor Pasavento" (2005).
Conforme vayan concluyendo los derechos contratados, Seix Barral irá reeditando la obra de Vila-Matas.
Algo similar ocurrirá con la obra de bolsillo, que "conforme caduquen los derechos en Anagrama -donde se publican en la colección 'Compactos'- se irán contratando en DeBolsillo", editorial del grupoRandom House Mondadori.
Fuentes de DeBolsillo han dicho a Efe que en este sello, líder en el segmento en España, se publicará "una selección del fondo Anagrama a partir del primer trimestre de 2011 y hasta 2018".


1 octobre 2009

Anagrama: 40 años de independencia

"No todos los grandes conglomerados funcionan como McDonalds, pero cuando absorben a una editorial independiente la dejan como simples marcas. etiquetas vacías de contenido".


Jorge Herralde, ayer durante la fiesta de celebración del 40º aniversario de la editorial. Foto: CESC GIRALT

Ver una vídeo- entrevista a Herralde en este blog y también los ariculos acerca de la Gauche Divine de los cuales el y su esposa fueron miembros fundadores junto con Oscar Tusquets y Beatriz de Moura. Editores con algo que decir y no solo con algo que ganar La Gauche Divine de Barcelone résistance années 60
Anagrama: 40 años de independencia
¿Qué sería de mí en España sin Herralde?", se preguntaba ayerAntonio Tabucchi y después de una pausa subrayada por un gesto cómico, añadía: ¿Y que sería Herralde sin mí? ¿Sin nosotros? Ha hecho un trabajo magnífico". El ánimo celebratorio por los 40 años de Anagrama contagió el encuentro del editor con sus cómplices habituales de otras editoriales europeas y con los autores –Amis, McEwan, Tabucchi, Echenoz, Sharpe...– que convirtieron su catálogo en una referencia regularmente infalible.

Pagina web de la editorial anagrama
Herralde, últimamente también memorialista, dedicó el mediodía a sus invitados extranjeros "para celebrar una fiesta del libro, sin coloquios ni simposios sobre el futuro del libro, ni apocalipsis ni crisis con k". Por la noche, la fiesta se amplió a más de 400 personas, esta vez sí con políticos (Tresserras Hereu), y con una numerosísima presencia de escritores. Pocas veces se habían visto juntos en Barcelona a autores de todas las generaciones (Castellet, Gimferrer o Fernández Porta), de varios rincones de la Península (Justo Navarro, Luis Magrinyá, David Trueba...), de distintos países (Claudio Magris, Rodrigo Fresán, Jon Lee Anderson, Yasmina Reza, Arundhati Roy....), disciplinas otras (Wagensberg, Llovet, Óscar Tusquets...) y, algo menos frecuente, autores castellanos en cháchara con catalanes (Pàmies, Màrius Serra, Ada Castells Carme Riera...). A ellos se sumaron académicos, periodistas culturales, editores, libreros, distribuidores, y traductores para celebrar con Jorge Herralde y Lali Gubern los cuarenta años de su editorial.
 Pero no fue sólo una fiesta de aniversario. Tuvo también algo de conjura espontánea a favor de la edición independiente y de conjuro contra la asfixiante banalización cultural impuesta por los grandes conglomerados. 
Jon Lee Anderson, periodista del "New York Times" y autor de libros como "La caída de Bagdad", recordaba "cómo en EE.UU. entre los años 80 y 90 han desaparecido casi todas las editoriales y librerías independientes, de manera que en establecimientos como Barnes and Noble, los libros expuestos no son seleccionados por criterios literarios, sino que son espacios comprados por las editoriales. Es inquietante comprobar cómo las presiones económicas se imponen incluso en la blogoesfera a costa de la libertad de expresión: Google se convierte en censor en China por razones de lucro". Anderson cree que uno de los antídotos contra las cada vez más irresistibles presiones económicas en la edición, los medios de comunicación o internet pasa por editoriales independientes. "No todos los grandes conglomerados funcionan como McDonalds, pero cuando absorben a una editorial independiente la dejan como simples marcas. etiquetas vacías de contenido". Jon Lee Anderson prepara ahora un reportaje sobre los gánsters de Rio de Janeiro, otro sobre el reyezuelo de Somalia y un libro sobre Cuba.
 Una de las máximas de Herralde es que en una editorial de calidad son tan importantes los libros que se publican como aquellos que se descartan. Gana la coherencia del catálogo y reafirma la confianza en los lectores. El primer libro que abrió la colección de narrativa extranjera de Anagrama fue uno firmado por Jane Bowles, En los años 80 incorporó a los nuevos autores británicos, justo cuando la novela inglesa dejó de nuevo de ser sólo inglesa. Ian McEwan fue uno de los primeros en ser fichados por la escuadra Herralde y ayer recordaba cuánto le impresionó el apoyo del editor catalán a un autor aún desconocido. Y eso que, como Burroughs martilleaba a Allen Ginsberg para que le retirara la etiqueta de beatnik, McEwan insistía a Herralde en que dejara de citarle en la alineación del british dream team. Le ha hecho caso y de la metáfora del fútbol pasa ahora a la naval y les llama la Gran Armada Británica.
 "Herralde es como mi tío español, no sólo el editor que publica mis libros en España", comentaba Martin Amis, acompañado por su mujer, Isabel Fonseca, a quien su padre, uruguayo, no enseñó español. A duras penas intercambiaba alguna frase de cortesía en español a quienes se acercaban creyéndola hispanoblante. Entre los fraceses, la timidez de jean Echenoz quedaba compensada por la sociabilidad de Catherine Millet, mientras Tabucchi, preguntado por qué libros aconsejaba leer, proclamaba: "Unamuno. cuando fue desterrado a Fuerteventura, sólo se llevó tres libros: El Quijote, los Evangelios y Leopardi. Lo mejor es leer con la mirada limpia, sin consejos previos ni apriorismos, dejarse arrastrar por la lectura".
 "Cuando los italianos dejan de comprar spaghettis, lo primero que no compran es un libro", explicaba Inge Feltrinelli los efectos de la crisis en las librerías italianas (un país sin precio fijo). Un rasgo en común que identifica a los grandes editores, curtidos en todas las fiestas y en todas las batallas, es cómo conservan su ímpetu contagioso y su mejor sonrisa, a pesar de que ya van quedando huecos en sus filas (Bourgois, López Lamadrid).
 Alessandro Baricco, que en noviembre publica "Emmaus" su primera novela desde el 2005, cuantificaba en tres millones los italianos que leen, "el resto no coge ni un libro". El editor Klaus Wagenbach daba una cifra similar para Alemania. Nada nuevo. "Ya se lo decían a mi padre en 1945: somos una especie en extinción". Una ironía compartida por Dominique Bourgois y por Michi Strausfeld (Fischer). "La buena literatura siempre resistirá"
JOSEP MASSOT  La Vanguardia

Jorge Herralde hoy y sus observaciones acerca del porvenir de las editoriales y del libro

Cuando Jorge Herralde fundó en 1969 la editorial Anagrama, posiblemente no imaginaba la importancia que 40 años más tarde tendría para el mundo de las letras esta apuesta. Con más de 2500 libros publicados, y con autores de la talla de Paul Auster, Álvaro Pombo, Javier Marías, Roberto Bolaños o Ian McEwan entre muchos otros, Jorge Herralde es considerado hoy como uno de los mejores editores literarios del mundo hispano, habiendo recibido por ello importantes galardones en España, Italia, Francia, Reino Unido, México, Argentina o Chile. Además como autor ha publicado, cinco obras, todas relacionadas con su trayectoria como editor. Herralde participó en las Presencias Literarias de la Universidad, en la UCA.
Olga Merino dice : 
La fiesta de Anagrama congrega en BCN a la élite literaria europea



A Jorge Herralde, viejo zorro de la edición española, le sobraban las razones para mostrarse ayer exultante: su olfato y su savoir-faire le permitieron congregar en Barcelona un preludio de la Feria de Fráncfort con algunas de las mejores voces de la narrativa contemporánea. Escritores de renombre y grandes nombres de la empresa editorial acumularon kilómetros con el único propósito de arroparle en el 40° aniversario de Anagrama, una editorial que ha sabido mantener en alto y contra el vendaval el estandarte de la independencia.


Anagrama, que atesora más de 3.000 títulos en un catálogo «extensivo e intensivo», en palabras del jefe, arrojó la casa por la ventana para festejar un cumplelibros de altos vuelos. Se hizo en dos entregas: un cóctel a mediodía para los invitados extranjeros, en el Hotel Condes de Barcelona, y una fiesta al anochecer, en el restaurante El Principal, a la que se sumaron narradores, editores y agentes literarios patrios. Una velada que reunió a 500 invitados.

PURASANGRES INGLESES / Circular entre los corrillos de huéspedes se asemejaba a hacerlo por los anaqueles de la biblioteca infinita que aguijoneó las pesadillas de Borges. Copa o canapé en mano, estuvieron presentes los buques insignia de la peste amarilla, en referencia al color de las cubiertas de la colección que agrupa a la ficción internacional. Entre los italianos, Alessandro Baricco, Antonio Tabucchi y Melania G. Mazzucco; entre los franceses, Yasmina Reza y Jean Echenoz. Pero buena parte de los flases y las miradas los concitaron los purasangres ingleses, las joyas de la corona cuya valía intuyó Herralde cuando apenas despuntaban: Ian McEwan y Martin Amis. Entre la escudería británica, también desembarcó en la capital española de la edición Isabel Fonseca, esposa de Amis y novísimo fichaje de Anagrama. Tom Sharpe, la ironía que calza zapatos de cordones, se desplazó desde Llafranc, donde reside.
Todo fueron palabras de elogio para el anfitrión. Amis le llamó su «Spanish uncle, el tío Jorge»; McEwan le calificó como «el mejor editor de Europa», por la manera en que cuida la globalidad del proceso; Baricco habló de Herralde como «un editor a la vieja usanza», y quizá por ello un animal en peligro de extinción; y Tabucchi le definió como un amigo: «Su figura aúna una extraña combinación de intelectual de altura, de acendrado gusto literario, con la sencillez». También los colegas de profesión le dedicaron parabienes: Inge Feltrinelli, cabeza visible de la mítica editorial italiana, confesó envidiarle «la curiosidad global», mientras que el alemán Klaus Wagenbach le calificó de «rompehielos».
La noche, los taxis, el AVE y el puente aéreo trajeron a la gripe gris de los autores españoles: Álvaro Pombo, Soledad Puértolas, Belén Gopegui, Justo Navarro y Laura Freixas. Entre los más jóvenes, Andrés Barba, David Trueba y Màrius Serra; Vicente Verdú y José Antonio Marina, en representación de los ensayistas. Enrique Vila-Matas, recién fugado a Planeta, no acudió.
Aunque las malas lenguas aseguran que el responsable de Anagrama suele apretar las clavijas en lo que a asuntos monetarios se refiere, no hubo forma de arrancar una sola objeción a sus autores. El francés Jean Echenoz dijo con sorna que ese es un mal que aqueja «a la mayoría de editores». McEwan recurrió a la ironía británica: «¿Algún fallo? Pregúnteselo a su esposa». Interrogada al respecto Lali Gubern, exlibrera, traductora y su mano derecha en la editorial, calificó de «placer» haber compartido con él vida y profesión y que, en todo caso, Herralde es «obsesivo en el trabajo» («todos los triunfadores lo son», puntualizó). Guiños aparte, Jorge Herralde derrochó ayer generosidad en una breve alocución en la que tuvo palabras de agradecimiento para todos –colaboradores, autores, libreros– quienes le han ayudado a forjar un catálogo editorial imprescindible. Quien quiera conocer esta historia puede hacerlo en la exposición dedicada a Anagrama que acoge hasta el sábado la librería Bertrand.
Olga Merino El 

Periodico
Novedades Septiembre Octubre 2009 Bolsillo Anagrama


La colección de bolsillo «Compactos» llega al número 500 con La Casa de los Encuentros, 8,50 € una de las novelas mayores de Mar tin Amis. La acompañan en este bimestre Amuleto  7 € de Roberto Bolaño, Lo real  11 € de Belén Gopegui, Slumdog Millionaire 10 €  de Vikas Swarup y Falsa identidad  13 € de Sarah Waters.






Novedades Septiembre octubre 2009 No bolsillo
En «Narrativas hispánicas», Belén Gopegui en Deseo de ser punk 15€ nos sorprende con una desafiante protagonista de dieci séis años, una voz furiosa y radical. Recuperamos Una novelita lumpen  15€ de Roberto Bolaño, en la que la joven protagonista se adentra en el mundo adulto y en peligrosas facetas de la sexualidad y el engaño. En Crímenes  15€ el venezolanoAlberto Barrera Tyszka (ganador con La enfermedad del Premio He rralde de Novela), donde también la transgresión está muy pre­sente, se confirma como un escritor imprescindible. Como lo es Pablo d’Ors, que en El amigo del desierto 14,50€  delinea una exce lente novela corta que se puede emparentar conSiddharta de Hesse o Los ojos del hermano eterno de Zweig.
Otras informaciones sobre libros editados por Anagrama
Ver todos los autores de Anagrama
 

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