La ciudad nombrará hijos predilectos a los albaceteños deportados a Mathausen
El Ayuntamiento de Albacete debatirá en pleno esta propuesta con la que se quiere homenajear a las víctimas del nazismo
En Mauthausen hubo unos 7.500 republicanos españoles, de los que más de un centenar eran albaceteños
Del infierno salieron muy pocos, la mayoría murieron allí, en el campo de exterminio nazi de Mauthausen.
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Sesenta y cinco años después de su liberación, el Ayuntamiento de Albacete, en un acto de justicia, pretende declarar hijos predilectos y adoptivos del municipio a todos los albaceteños que fueron deportados a Mauthausen, bautizado como «el campo de los españoles, el campo de la muerte».
En Mauthausen hubo unos 7.500 republicanos españoles, de los que más de un centenar eran albaceteños, algunos nacidos en la capital, pero la mayoría procedentes de distintos pueblos de la provincia. Se sabe que 96 albaceteños murieron allí, «asesinados unos, por enfermedades y falta de fuerza, desnutridos, agotados o apaleados, otros», reza la propuesta de nombramiento.
En esta lista negra aparecen vecinos de Abengibre, Agramón, albacete, Alcalá del Júcar, Almansa, Balsa de Ves, El Bonillo, Casas de Juan Núñez, Caudete, Cenizate, Chinchilla, Cilleruelo, Elche de la Sierra, Fuentealbilla, Golosalvo, Hellín, Jorquera, La Gineta, Letur, Lezuza, Mahora, Molinicos, Montealegre del Castillo, Munera, Navas de Jorquera, Ontur, La Recueja, Robledo, La Roda, El Salobral, Salobre, San Pedro, Tobarra, Villa de Ves, Villalgordo del Júcar, Villarrobledo, Villavaliente, Vianos y Yeste.
Los pocos a los que no les flaquearon las fuerzas, una quincena, al menos, que gracias a su fortaleza, la agudeza del ingenio y la solidaridad de sus compañeros, lograron sobrevivir, se asentaron en Francia al ser liberados. Entre otros, pudieron contar lo que sufrieron Diego Monteagudo y Segundo Sáez, los dos vecinos de Pozo Lorente; Emilio Caballero, de Mahora; Fernando García, de Elche de la Sierra y José Sáez Cutanda, de Bormate. Aún hoy, quedan tres supervivientes de Albacete, todos ellos residen en el país vecino.
A todos ellos, a los supervivientes, y a los fallecidos, a los nacidos en Albacete, se les propone como hijos predilectos o adoptivos de la ciudad, «desgraciadamente, a casi todos de manera póstuma».
En Mauthausen el «catálogo de formas de morir era interminable», trabajo extenuante, comida escasa y mala, epidemias, condiciones insalubres en los locales, palizas, vigilantes sanguinarios, experimentos médicos, cámaras de gas, inyecciones letales de benceno y gasolina… La mayoría de los deportados allí murieron en el otoño e invierno de 1941 y 1942, los años más duros en este campo.
Muchos prisioneros, desesperados, se lanzaban a las alambradas electrificadas, pero la mayoría murió por alguno de los métodos apuntados, según se relata en la proposición. El castillo de Harteim, famoso por su sadismo; las enfermerías de Gusen o los barracones 31 y 32 son recordados con verdadero horror.
Con motivo del 65 aniversario de la liberación de este campo de concentración y exterminio austriaco, el Museo Municipal acogerá a partir del 13 de mayo la exposición ‘Imágenes y memoria de Mauthausen’, que se inaugurará el 13 de mayo en el Museo Municipal.
La declaración de hijos predilectos y adoptivos de los deportados a Mauthausen ha sido apoyada por el Foro por la Memoria de Albacete y la asociación Amical de Mauthausen y otros campos, que luchan por sacar del olvido a las víctimas.
28.04.10 -
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